miércoles, 23 de septiembre de 2009

El Coso

Éste es el coso motorizado de María. Anda medio mal, tiene problemas de bujías y el carburador está medio mirame y no me toques. Pero es simpático, qué se yo. Nos llevó hasta Buceo en más de una ocasión. Hace mucho ruido cuando anda, asi que si tenés que hablar hacelo antes de que arranque.

lunes, 14 de septiembre de 2009

María Sangronis

Conocimos a la reina del esclarecimiento conceptual a través de la tana Claudia. María es profesora de Filosofía en la Universidad de la República, está haciendo un doctorado, es PPD (Profesor Particular Domiciliario), ayuda a alumnos a preparar sus tesis, tiene un emprendimiento denominado AlmaZen, que hace las delicias del público en la feria Tristán Narvaja, con sus picaditas al paso y exquisitos quesos y fiambres , es la Presidenta del Club de Fans de Proust en América Latina (leyó ´En busca del tiempo perdido´ 745 veces en todos los idiomas, le escribió una canción al libro y todo, que próximamente saldrá editada en CD por el sello Sondor), tiene un coso motorizado que es como un ciclomotor con techito y tres ruedas, que anda medio mal, pero qué querés, y encima le queda tiempo para hacerle la comida a Juanita, su inteligentísima hija, que se pasa todo el día jugando al Mario Bros y mirando series en Nickelodeon. Como si todo esto fuera poco, le abre las puertas de su casa a unos hippies come pan que andan viajando en velero, brindándoles abrigo, comida, agua, y esclarecimientos conceptuales, por supuesto (uh, me olvidé de preguntarle qué es una enteléquia…). María, gracias inmanentes y ontológicas para vos!

Los Maelle

La admiración que siento por esta familia de navegantes no entra en 5 blogs.
Los conocimos durante nuestra vida en el Cinave (Tigre, Argentina). Christian, Christine y su hija, la pequeña Indiana, nacieron en Francia pero pueden reclamar el mundo entero como su hogar. Con la edad en que muchos se jubilan y se dedican al descanso y al reuma ellos viven sin fronteras desde hace 30 años a bordo del Tara Amangani (significa "casa de paz", en sanscrito) un velero hermoso y enorme, de 40ypico de pies, muy cálido, acogedor y fuertísimo, construido por ellos mismos con muchísima fibra de vidrio y material de segunda mano. No viven de rentas, trabajan un año cada 5 en el Caribe o la polinesia francesa (Christian es piloto de ultramar, mecánico y constructor naval; Christine es enfermera y meteoróloga e Indiana, de 14 años, vivió toda la vida en el agua y hace circo, telas, artesanías...) y el resto del tiempo lo dedican a vivir una vida de leyenda, recorriendo el mundo a lo largo y ancho, conociendo nuevas culturas, gente , buceando sin equipos a 15 metros de profundidad para atrapar la comida (uno se encarga de eso y el otro hace de campana por los tiburones) . Siempre de buen humor, esta querible y amable familia, nos ayudó mucho en las últimas etapas de la preparación de nuestra aventura. También le dieron una mano enorme al compatriota-en-la-misma-que-nosotros Hernán del Proyecto Shamrock para rescatar su barco cuando se le fue a la playa en La Paloma.
Saludos amigos! Buenos vientos y espero que nos volvamos a cruzar pronto!

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Eleanor

Mmm. ¿Qué decir de esta cronopia con bemoles tangueros? Que es muy buena onda, tiene más pilas que 10 conejitos de Duracell, le gusta la 7up y el capuccino (no mezclados eh!) la literatura, la fotografía, y ayudar a la gente, es una especie de Amelié criolla que usa aros grandes y vistosos mientras va levantándole el ánimo a todo el mundo. Siempre alegre, algo exaltada y siempre lista para contarte algo gracioso, canaliza su lado oscuro esciribiendo poesía, muy buena, pero triste triste, casi tan triste como cuando se muere la mamá de Bambi en la película esa de los ciervitos. Siempre mandando buenos vientos desde Puerto Madero, Ele nos saluda con 18 signos de admiración y su caracteristico un beso o 2! Besote grande cronopia!

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Gino Renni

Rescaté a este rechoncho reno en plena 18 de Julio, justo cuando estaba a punto de ser herido de muerte por el taco aguja de una señorita con cuestionables gustos para el calzado. Desde entonces, viaja subido a mi mochila, abrazando un cartelito que reza "Gracias!" el cual excibe contento a la gente que amablemente deja monedas en el estuche de Libertad (mi trompeta). No habla mucho, es algo tímido, pero ya lo voy a ir aflojando.